Leopoldo Osorio: “Sí, yo soy el Oso”
Habla la inspiración tras el primer Oscar chileno de la historia. Hasta hoy, nunca había visto el cortometraje que hizo su nieto Gabriel.
Mi circo fue la Cárcel Pública de Santiago, en la que estuve preso dos años y tres meses"
¿Así que usted es el Oso de la historia?
—Sí, yo soy.
—¿Y qué tiene de usted ese Oso?
—Mi apellido... Osorio, jaja.
Más allá de la broma, Leopoldo Osorio está emocionado hasta los huesos. Su historia de 86 años de vida, contada por su nieto Gabriel a través del cortometraje "Historia de un Oso", anoche le dio a Chile el primer Oscar de su historia. "Mi nieto me llamó y me dijo: Abuelo, ¿qué le parece? La verdad, me emocioné mucho. Mi mujer murió hace muy poco y todas estas emociones me vinieron juntas", señala. Su señora Nelly Fernández, su eterna compañera, falleció hace sólo un mes. Fueron 60 años de matrimonio, pero tuvo complicaciones de salud que en la Clínica de la Universidad Católica no pudieron salvar.
Convicciones políticas. Leopoldo no tiene problemas en abrir las puertas de su hogar, una casa de dos pisos en la Villa Zaror de Maipú. Adentro, todo es madera: desde el piso hasta la escalera. Todo el barrio lo conoce y es un ciudadano querido en la comuna. cuando murió su mujer, los diarios locales cubrieron la historia e informaron los datos del sepelio. De hecho, esta mañana el alcalde Christian Vittori lo llamó a su celular y le dijo: "Felicitaciones, gracias a usted Maipú se ganó un Oscar". Y de alguna forma así fue, tal como lo ha reconocido su nieto Gabriel en las ocasiones en que ha dicho que su abuelo es la inspiración de este premiado corto.
"Yo fui secretario de Allende mucho antes de que fuera presidente, desde el año 64. En ese tiempo también era Regidor Municipal de Maipú, con aspiraciones de ser alcalde. Pero mi trabajo con Allende me complicaba un poco", dice.
—En el cortometraje, se ve a la policía entrar a la casa de los animales para apresarlos y llevarlos al circo. ¿Cómo mocurrió en la realidad?
—Yo fui apresado el 12 de septiembre del 73. Entraron a mi casa y empezaron a golpearme la espalda. Finalmente, un golpe en el estómago me hizo caer y me dejó inconsciente. Mi circo fue la Cárcel Pública de Santiago, en la que estuve preso dos años y tres meses.
"La verdad es que tuve suerte y me encontré con gente bastante humana. Con el tiempo, uno piensa que a lo mejor con la sola salida de los militares a la calle para poner orden hubiera bastado. Pero la violencia, la tortura y los asesinatos fueron innecesarios". Y agrega: "Tenía un proceso militar en mi contra, del que ahora me río. Pero en ese tiempo fue bastante jodido. Está bien, yo tenía mis convicciones políticas, pero no había matado a nadie".
El festejo: Leopoldo Osorio no había visto completo el corto de su nieto. Lo hizo recién esta mañana, mientras conversaba con La Segunda. Con nuestra ayuda, en la pantalla de su computador –bajado desde Youtube- apareció "Historia de un oso". Lo miró en total silencio, y se rió cuando entran los policías a golpear a los animales. El resto del tiempo, estuvo muy emocionado. Después de la cárcel, Leopoldo se fue al exilio a Londres, donde estuvo 7 años. Ahí aprovechó de estudiar inglés y después de aprender el idioma se atrevió a estudiar Administración Pública en la Universidad de Glasgow. Sus hijos también viven en Europa: Carlos Leopoldo y Nelly Irene Margarita en Londres, y Violeta Matilda en Valencia. El padre de Gabriel murió hace años en Chile, mientras Leopoldo aún estaba exiliado en Europa.
Su nieto no le preguntó absolutamente nada para armar la historia del cortometraje. Lo reconstruyó todo a través de investigación y lectura de diarios y revistas. Y le dijo: "No te preocupes abuelo, yo sé exactamente lo que pasó en ese tiempo". Espera que su nieto lo vaya a ver en los próximos días. "¡Y ahí sí que el festejo va a estar bueno!", dice, convencido.
Habla la inspiración tras el primer Oscar chileno de la historia. Hasta hoy, nunca había visto el cortometraje que hizo su nieto Gabriel.
Mi circo fue la Cárcel Pública de Santiago, en la que estuve preso dos años y tres meses"
¿Así que usted es el Oso de la historia?
—Sí, yo soy.
—¿Y qué tiene de usted ese Oso?
—Mi apellido... Osorio, jaja.
Más allá de la broma, Leopoldo Osorio está emocionado hasta los huesos. Su historia de 86 años de vida, contada por su nieto Gabriel a través del cortometraje "Historia de un Oso", anoche le dio a Chile el primer Oscar de su historia. "Mi nieto me llamó y me dijo: Abuelo, ¿qué le parece? La verdad, me emocioné mucho. Mi mujer murió hace muy poco y todas estas emociones me vinieron juntas", señala. Su señora Nelly Fernández, su eterna compañera, falleció hace sólo un mes. Fueron 60 años de matrimonio, pero tuvo complicaciones de salud que en la Clínica de la Universidad Católica no pudieron salvar.
Convicciones políticas. Leopoldo no tiene problemas en abrir las puertas de su hogar, una casa de dos pisos en la Villa Zaror de Maipú. Adentro, todo es madera: desde el piso hasta la escalera. Todo el barrio lo conoce y es un ciudadano querido en la comuna. cuando murió su mujer, los diarios locales cubrieron la historia e informaron los datos del sepelio. De hecho, esta mañana el alcalde Christian Vittori lo llamó a su celular y le dijo: "Felicitaciones, gracias a usted Maipú se ganó un Oscar". Y de alguna forma así fue, tal como lo ha reconocido su nieto Gabriel en las ocasiones en que ha dicho que su abuelo es la inspiración de este premiado corto.
"Yo fui secretario de Allende mucho antes de que fuera presidente, desde el año 64. En ese tiempo también era Regidor Municipal de Maipú, con aspiraciones de ser alcalde. Pero mi trabajo con Allende me complicaba un poco", dice.
—En el cortometraje, se ve a la policía entrar a la casa de los animales para apresarlos y llevarlos al circo. ¿Cómo mocurrió en la realidad?
—Yo fui apresado el 12 de septiembre del 73. Entraron a mi casa y empezaron a golpearme la espalda. Finalmente, un golpe en el estómago me hizo caer y me dejó inconsciente. Mi circo fue la Cárcel Pública de Santiago, en la que estuve preso dos años y tres meses.
"La verdad es que tuve suerte y me encontré con gente bastante humana. Con el tiempo, uno piensa que a lo mejor con la sola salida de los militares a la calle para poner orden hubiera bastado. Pero la violencia, la tortura y los asesinatos fueron innecesarios". Y agrega: "Tenía un proceso militar en mi contra, del que ahora me río. Pero en ese tiempo fue bastante jodido. Está bien, yo tenía mis convicciones políticas, pero no había matado a nadie".
El festejo: Leopoldo Osorio no había visto completo el corto de su nieto. Lo hizo recién esta mañana, mientras conversaba con La Segunda. Con nuestra ayuda, en la pantalla de su computador –bajado desde Youtube- apareció "Historia de un oso". Lo miró en total silencio, y se rió cuando entran los policías a golpear a los animales. El resto del tiempo, estuvo muy emocionado. Después de la cárcel, Leopoldo se fue al exilio a Londres, donde estuvo 7 años. Ahí aprovechó de estudiar inglés y después de aprender el idioma se atrevió a estudiar Administración Pública en la Universidad de Glasgow. Sus hijos también viven en Europa: Carlos Leopoldo y Nelly Irene Margarita en Londres, y Violeta Matilda en Valencia. El padre de Gabriel murió hace años en Chile, mientras Leopoldo aún estaba exiliado en Europa.
Su nieto no le preguntó absolutamente nada para armar la historia del cortometraje. Lo reconstruyó todo a través de investigación y lectura de diarios y revistas. Y le dijo: "No te preocupes abuelo, yo sé exactamente lo que pasó en ese tiempo". Espera que su nieto lo vaya a ver en los próximos días. "¡Y ahí sí que el festejo va a estar bueno!", dice, convencido.
Alberto Mayol: “No hemos dimensionado la experiencia del exilio”
El sociólogo advierte que no hay que "subirse al carro de la victoria".
El sociólogo advierte que no hay que "subirse al carro de la victoria".
Los mismos exiliados miran en menos lo vivido y hablan de ‘Beca Pinochet'".
Para el sociólogo Alberto Mayol un cortometraje animado sobre el exilio chileno revela, sobre todo, lo escondido que tenemos este tema.
"Le dimos legitimidad recién cuando fue nominada", opina. "Lo llamativo es que no hemos procesado ni trabajado esta problemática. El exilio se ha quedado fuera del repertorio que incluye a los detenidos desaparecidos o las torturas. No hemos dimensionado lo que significa la experiencia del exilio y la pérdida".
Mayol indica que aunque "Historia de un oso" no es explícita en señalar la dictadura, se potencia con las declaraciones del director al hablar sobre su abuelo. "Ahí se revela el componente político: la pérdida de vínculos provocada por decisiones arbitrarias del poder".
—¿Le hemos hecho el quite al tema?
—Sí y es por cómo se ha desarrollado la transición. La idea es guardar todo debajo de la alfombra. No es casual que sea obra de un muchacho de 30 años que no conoció en persona la experiencia dictatorial, pero que el relato de su abuelo le llama la atención. En cambio, la generación anterior no ha dicho nada. O le da un uso político y dicen: "Yo estuve exiliado y por tanto me merezco estas cosas".
—O también odian al que desmitifica la experiencia como Ruiz en "Diálogo de exiliados" (1975).
—Sí. Los mismos exiliados, contradictoriamente, miran en menos lo vivido y hablan de "Beca Pinochet". Aunque sea una broma, revela una operación mental para minusvalorar lo vivido.
Otra cosa que le llama la atención a Mayol es cómo la estatuilla se ha visto como un triunfo de las políticas culturales. "Veo al ministro de Cultura celebrar. Pero, ¿de qué institucionalidad estamos hablando, cuando en el mejor de los casos te conseguiste un 20% de financiamiento para cubrir los gastos? Pero no sólo es la plata. No nos creamos el cuento de que el tema está resuelto
—¿Cuánto de exitismo hay en la reacción del país por este Oscar?
—Hay una hipertrofia del éxito. Me parece formidable la obra y que haya triunfado con una estética distinta, melancólica y reposada. Pero siento que nos estamos subiendo al carro de la victoria. Hay que felicitar al equipo y aprender de cómo lograron todo esto. Centrarnos en la preparación, la disciplina y la cultura. Y para hacer esa lectura se requiere calma y tiempo. Aprender de ellos es leer el triunfo como corresponde. Está bien lo emocional, pero debemos trabajar en lo que significa este Oscar.
Antonio Skármeta: "Las nuevas generaciones hacen brotar poesía desde la memoria"
Uno de los artistas chilenos más activos en la diáspora fue Antonio Skármeta. Junto a Ruiz y Ariel Dorfman se involucraron activamente en el cine y la literatura para denunciar los efectos del exilio.
"Es lindo saber que en nuestro país aterrizó un contundente oso, con memoria y ternura, casi al mismo tiempo que se perdían en el espacio sideral decenas de gaviotas", dice. Pero lo que más le gustó al escritor es que el realizador se lo dedicó al abuelo.
"Esto comprueba que Chile es un país alerta y que las nuevas generaciones ejercen con propiedad la memoria y hacen brotar de ella poesía. En verdad, el desarraigo no termina cuando el mal que lo origina desaparece, sino que deja secuelas con tramos de tristeza y melancolía. Me refiero a padres que no viven en el mismo país que sus hijos y, claro, ahora que ha pasado el tiempo, no ven crecer a sus nietos y bisnietos. Creo que hay miles de chilenos que viven el cisma familiar de la distancia".
Para el sociólogo Alberto Mayol un cortometraje animado sobre el exilio chileno revela, sobre todo, lo escondido que tenemos este tema.
"Le dimos legitimidad recién cuando fue nominada", opina. "Lo llamativo es que no hemos procesado ni trabajado esta problemática. El exilio se ha quedado fuera del repertorio que incluye a los detenidos desaparecidos o las torturas. No hemos dimensionado lo que significa la experiencia del exilio y la pérdida".
Mayol indica que aunque "Historia de un oso" no es explícita en señalar la dictadura, se potencia con las declaraciones del director al hablar sobre su abuelo. "Ahí se revela el componente político: la pérdida de vínculos provocada por decisiones arbitrarias del poder".
—¿Le hemos hecho el quite al tema?
—Sí y es por cómo se ha desarrollado la transición. La idea es guardar todo debajo de la alfombra. No es casual que sea obra de un muchacho de 30 años que no conoció en persona la experiencia dictatorial, pero que el relato de su abuelo le llama la atención. En cambio, la generación anterior no ha dicho nada. O le da un uso político y dicen: "Yo estuve exiliado y por tanto me merezco estas cosas".
—O también odian al que desmitifica la experiencia como Ruiz en "Diálogo de exiliados" (1975).
—Sí. Los mismos exiliados, contradictoriamente, miran en menos lo vivido y hablan de "Beca Pinochet". Aunque sea una broma, revela una operación mental para minusvalorar lo vivido.
Otra cosa que le llama la atención a Mayol es cómo la estatuilla se ha visto como un triunfo de las políticas culturales. "Veo al ministro de Cultura celebrar. Pero, ¿de qué institucionalidad estamos hablando, cuando en el mejor de los casos te conseguiste un 20% de financiamiento para cubrir los gastos? Pero no sólo es la plata. No nos creamos el cuento de que el tema está resuelto
—¿Cuánto de exitismo hay en la reacción del país por este Oscar?
—Hay una hipertrofia del éxito. Me parece formidable la obra y que haya triunfado con una estética distinta, melancólica y reposada. Pero siento que nos estamos subiendo al carro de la victoria. Hay que felicitar al equipo y aprender de cómo lograron todo esto. Centrarnos en la preparación, la disciplina y la cultura. Y para hacer esa lectura se requiere calma y tiempo. Aprender de ellos es leer el triunfo como corresponde. Está bien lo emocional, pero debemos trabajar en lo que significa este Oscar.
Antonio Skármeta: "Las nuevas generaciones hacen brotar poesía desde la memoria"
Uno de los artistas chilenos más activos en la diáspora fue Antonio Skármeta. Junto a Ruiz y Ariel Dorfman se involucraron activamente en el cine y la literatura para denunciar los efectos del exilio.
"Es lindo saber que en nuestro país aterrizó un contundente oso, con memoria y ternura, casi al mismo tiempo que se perdían en el espacio sideral decenas de gaviotas", dice. Pero lo que más le gustó al escritor es que el realizador se lo dedicó al abuelo.
"Esto comprueba que Chile es un país alerta y que las nuevas generaciones ejercen con propiedad la memoria y hacen brotar de ella poesía. En verdad, el desarraigo no termina cuando el mal que lo origina desaparece, sino que deja secuelas con tramos de tristeza y melancolía. Me refiero a padres que no viven en el mismo país que sus hijos y, claro, ahora que ha pasado el tiempo, no ven crecer a sus nietos y bisnietos. Creo que hay miles de chilenos que viven el cisma familiar de la distancia".
La gente de Pixar no entiende cómo los chicos pudieron hacer el corto con un presupuesto tan bajo".
Erwin "Wilo" Gómez, director de la Fundación y el Festival Chilemonos, no cabe en sí de la emoción por el Oscar que obtuvo "Historia de un Oso", el cortometraje dirigido por Gabriel Osorio, que cuenta la historia de un osezno que recuerda su vida y cómo fue capturado, junto a su familia, por un circo.
"Estoy súper contento por los chicos. Estamos muy orgullosos, la animación chilena es una gran familia y esto marca un nuevo futuro para nosotros", dice él que es cercano al equipo y estuvo con ellos durante los cuatro años que les tomó desarrollar la producción.
"Nunca había existido un mejor momento para la animación chilena. El futuro llegó y esté Oscar significa visibilidad. En Chile hay muchos estudios de animación y siete lugares — entre universidades e institutos — que imparten la carrera de animación, con más de 600 alumnos que están hasta las lágrimas porque esto es posible, la animación tiene futuro y los sueños se hacen realidad".
"Podemos llenar el cine"
Gómez cuenta que aún no ha podido felicitar a Osorio y compañía, pero asegura que los muchachos han hablado con inversionistas para financiar una futura próxima película y, además, fueron invitados a mostrar el corto y dar una charla al California Institute of the Arts (conocido como CalArts), que fundó el mismísimo Walt Disney.
—"Historia de un Oso" empezó a hacer ruido acá, cuando Hollywood puso sus ojos en ella.
—La animación chilena es súper exitosa afuera, pero en Chile no le va bien. Pero este Oscar va a cambiar el paradigma. "Historia de Oso" fue un trabajo que los chiquillos hicieron en silencio y vieron como acá, en festivales, lo exhibían a las 5 de la mañana. En Chile, además, no hay ni siquiera crítica de animación. Somos una industria invisible. Ahora es Hollywood, la gran industria del cine, la que llega y nos dice el mejor corto animado del planeta es chileno. Tuvo que llegar Hollywood para que nos validaran.
—Y vencieron a grandes estudios como Pixar
—Sí. La gente de Pixar no entiende cómo los chicos pudieron hacer el corto con un presupuesto tan bajo. Además, ellos se lucieron. Tuvimos a cuatro chilenos muy creativos, hablando inglés perfecto sobre el escenario, dando a conocer su punto. Es un orgullo porque somos una industria que siempre está última, pero que ha tenido un boom, en los últimos 10 años, gracias a gente creativa como Gabriel. Acá, al año, se hacen más de 50 series animadas.
—Lo que pasa es que los canales nacionales, suelen obviarlas, pero sí las pusieran en un buen horario y tuvieran buena promoción te aseguro que serían un éxito de rating. El corazón del público chileno está en el corazón. Fíjate que todos los años las películas más vistas son de monitos. Con esto puede que en vez de ser producciones extranjeras como "Los Minions", sean chilenas.
—El inversionista chileno es esquivo con la animación, entonces.
—Sí y estaría bueno que vieran lo exitosa que puede ser. Nosotros trabajamos con lo justo, siempre luchando con el tema económico. Esto es pura pasión casi y te mueres la reacción de los niños en el cine cuando ven el corto. Por favor, créanlo: La animación chilena puede llenar las salas de cines.
Buscará proyectos
Cartoon Network con los ojos en Chile
Erwin cuenta, además, otra buena noticia para los artistas chilenos.
En Mayo, Cartoon Network, estará en Chile buscando nuevps proyectos, a través de un concurso llamado "Nuevas series de animación para Cartoon Network", en el que podrán postular para participar en un Pitch con ejecutivos del canal. El ganador recibirá 3.000 dólares y la posibilidad de desarrollar, producir y programar el proyecto con la estación. Postulaciones hasta abril. Información en sitio de Chilemonos.
Erwin "Wilo" Gómez, director de la Fundación y el Festival Chilemonos, no cabe en sí de la emoción por el Oscar que obtuvo "Historia de un Oso", el cortometraje dirigido por Gabriel Osorio, que cuenta la historia de un osezno que recuerda su vida y cómo fue capturado, junto a su familia, por un circo.
"Estoy súper contento por los chicos. Estamos muy orgullosos, la animación chilena es una gran familia y esto marca un nuevo futuro para nosotros", dice él que es cercano al equipo y estuvo con ellos durante los cuatro años que les tomó desarrollar la producción.
"Nunca había existido un mejor momento para la animación chilena. El futuro llegó y esté Oscar significa visibilidad. En Chile hay muchos estudios de animación y siete lugares — entre universidades e institutos — que imparten la carrera de animación, con más de 600 alumnos que están hasta las lágrimas porque esto es posible, la animación tiene futuro y los sueños se hacen realidad".
"Podemos llenar el cine"
Gómez cuenta que aún no ha podido felicitar a Osorio y compañía, pero asegura que los muchachos han hablado con inversionistas para financiar una futura próxima película y, además, fueron invitados a mostrar el corto y dar una charla al California Institute of the Arts (conocido como CalArts), que fundó el mismísimo Walt Disney.
—"Historia de un Oso" empezó a hacer ruido acá, cuando Hollywood puso sus ojos en ella.
—La animación chilena es súper exitosa afuera, pero en Chile no le va bien. Pero este Oscar va a cambiar el paradigma. "Historia de Oso" fue un trabajo que los chiquillos hicieron en silencio y vieron como acá, en festivales, lo exhibían a las 5 de la mañana. En Chile, además, no hay ni siquiera crítica de animación. Somos una industria invisible. Ahora es Hollywood, la gran industria del cine, la que llega y nos dice el mejor corto animado del planeta es chileno. Tuvo que llegar Hollywood para que nos validaran.
—Y vencieron a grandes estudios como Pixar
—Sí. La gente de Pixar no entiende cómo los chicos pudieron hacer el corto con un presupuesto tan bajo. Además, ellos se lucieron. Tuvimos a cuatro chilenos muy creativos, hablando inglés perfecto sobre el escenario, dando a conocer su punto. Es un orgullo porque somos una industria que siempre está última, pero que ha tenido un boom, en los últimos 10 años, gracias a gente creativa como Gabriel. Acá, al año, se hacen más de 50 series animadas.
—Lo que pasa es que los canales nacionales, suelen obviarlas, pero sí las pusieran en un buen horario y tuvieran buena promoción te aseguro que serían un éxito de rating. El corazón del público chileno está en el corazón. Fíjate que todos los años las películas más vistas son de monitos. Con esto puede que en vez de ser producciones extranjeras como "Los Minions", sean chilenas.
—El inversionista chileno es esquivo con la animación, entonces.
—Sí y estaría bueno que vieran lo exitosa que puede ser. Nosotros trabajamos con lo justo, siempre luchando con el tema económico. Esto es pura pasión casi y te mueres la reacción de los niños en el cine cuando ven el corto. Por favor, créanlo: La animación chilena puede llenar las salas de cines.
Buscará proyectos
Cartoon Network con los ojos en Chile
Erwin cuenta, además, otra buena noticia para los artistas chilenos.
En Mayo, Cartoon Network, estará en Chile buscando nuevps proyectos, a través de un concurso llamado "Nuevas series de animación para Cartoon Network", en el que podrán postular para participar en un Pitch con ejecutivos del canal. El ganador recibirá 3.000 dólares y la posibilidad de desarrollar, producir y programar el proyecto con la estación. Postulaciones hasta abril. Información en sitio de Chilemonos.
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