sábado, 4 de junio de 2016

El ABC1 en 20 años más.

En la Región Metropolitana. El ABC1 en 20 años más.
Investigación UDP proyecta más barreras de entrada a este segmento y una frenética actividad de los padres para perpetuar a sus hijos en él.
63% cree que la democracia es preferible a cualquier forma de gobierno.
37,9% afirma que "tener buenos contactos" es clave para mejorar la posición social.

Un grupo "frenético" porque sus hijos vivan en sus mismas condiciones y sepan cómo actuar en un entorno de alto nivel. Así es el segmento ABC1 de la Región Metropolitana, según concluyó la investigación "Clase media alta en Chile hoy: Sobre las viejas y nuevas barreras, prácticas y costos de la reproducción de la posición de clase", realizada por dos académicos de la Universidad Diego Portales, María Luisa Méndez, directora de la escuela de Sociología, y el profesor español Modesto Gayo. A partir de los resultados que arrojó la encuesta, los investigadores proyectaron el segmento de aquí a 20 años, ejercicio en el que plantearon cambios demográficos y geográficos para el grupo más rico de Chile y que a nivel nacional representa el 16% de la población, según el último estudio de la Asociación de Investigadores de Mercado (ver recuadro).

Para la investigación fueron entrevistadas 400 personas ABC1 y se tomaron en cuenta grupos familiares que declararon tener una renta total mayor a $5 millones, cuyo domicilio estuviera en las comunas de Vitacura, Las Condes, Ñuñoa, Lo Barnechea, Providencia y La Reina. Asimismo, fueron entrevistadas 800 personas del resto de la capital. Los resultados indican que para este segmento, el barrio donde se vive es clave, aunque su elección muchas veces se supedita al colegio en que matricularán a sus hijos. Ambos elementos —barrio y educación— son fundamentales al proyectar al ABC1 en 20 años más.

Regreso a Ñuñoa y Providencia. Según proyecta María Luisa Méndez, "dada la demografía chilena, con una población que crece poco, la expansión hacia el sector alto de la ciudad en algún momento se va a frenar y va a haber un intento de retorno hacia el centro, Providencia, Ñuñoa". La socióloga también cree que "frente a la competencia por posiciones limitadas en el sector alto" y el modelo económico del país, "va a haber mucha más competencia por estar en ese lugar".

Padres activistas. Los investigadores concluyen que los padres ABC1 están en una "actividad frenética" por proveer a sus hijos de todas las herramientas que los ayuden a desenvolverse en ese entorno social, lo que a la larga está creando barreras de entrada a este segmento para cualquiera que pretenda entrar pero que no esté invirtiendo el mismo tiempo o dinero en sus hijos. Este punto lo deducen tanto de las razones por las cuales estas familias escogen el colegio como por la altísima participación que tienen en actividades escolares y culturales de sus hijos. "Seguridad", "orden y disciplina", "prestigio del colegio" y "opinión de los amigos" rozan el 90% de las menciones al consultarles por los motivos que pesaron a la hora de elegir el establecimiento educacional. Mientras que para el común de los capitalinos importan la "seguridad" y la "cercanía con la casa" (ambas con 80%), seguidos de "orden y disciplina".

El ABC1, explican ambos sociólogos, espera muchas más cosas de la educación. "A este segmento le importan razones que no están, para el resto, directamente relacionadas con el éxito educacional en el sentido de empleabilidad, sino que están relacionadas con la preparación de este individuo para el trato con otro, para desenvolverse en su entorno", explica Méndez. En cuanto a las actividades escolares y culturales, la encuesta arroja que las familias del estrato ABC1 tienen una altísima participación, mucho mayor que el resto de Santiago. Por ejemplo, si un 88% del ABC1 dice leer libros con sus hijos, en los demás sectores ello llega a 71,9%. La misma correlación se muestra en "ir al cine" (93,8% versus 70,5%) o "ir a museos, librerías o galerías de arte" (86% versus 56,5%).

En cuanto a actividades del colegio, un 84% dice ir a las reuniones de apoderados (igual que en el resto de la RM), pero nuevamente aparece una mayor participación en otras acciones: un 86,6% afirma concurrir a "actividades de ocio y/o deportivas" con sus hijos (74% en otros sectores); a "charlas sobre roles de padres/madres" (80,6% vs. 57%) y a "viajes de curso" (79,3% vs. 63%). Esta inversión de tiempo y dinero de los padres ABC1 en sus hijos tiene consecuencias de más largo plazo. Según Gayo y Méndez, ese esfuerzo acumulado produce una diferencia notoria respecto del resto de la Región Metropolitana, creando barreras para el ingreso al sector medio-alto y una frustración de las expectativas de los otros segmentos de lograr ingresar a este tramo.

Hijos más ricos, En un contexto de fuerte optimismo sobre el futuro nivel social de sus descendientes, se consultó a los encuestados por el nivel de riqueza que tendrán sus hijos en el futuro, en una escala que va de 1 (muy pobre) a 10 (muy rico). Quienes pertenecen al sector ABC1 los ubicaron entre el 7 y el 9, mientras el resto de los capitalinos lo hicieron entre el 6 y el 8.

"Con este optimismo creciente y teniendo en cuenta el mayor activismo que hay en los grupos más altos, va a ser muy difícil disputar posiciones del ABC1, porque este sector está haciendo una mayor inversión. Los sistemas ofrecen oportunidades limitadas y si a ello se agrega una economía ralentizada, eso les va a poner las cosas muy difíciles a los sectores C2 y C3. Se están generando barreras de entrada por este activismo", analiza Gayo.

El investigador español le asigna un valor "determinante" al escenario económico en el futuro del ABC1. Deduce que de confirmarse los malos pronósticos para la economía, una parte va a moverse hacia abajo. "Va a empezar a haber un sector considerable que a pesar de todo el esfuerzo de los padres, no le va a ir bien, y ese va a ser un núcleo considerable e insatisfecho adherido al ABC1 por su historia, pero más abajo". El sociólogo afirma que estas personas formarán un "núcleo de culturas alternativas" y que "seguramente van a colonizar algunos barrios", un espacio "que no es de fracaso, sino de formación cultural y social". En tanto, Méndez sostiene: "No creo que haya movilidad descendente de ese grupo para que haya movilidad ascendente del otro grupo".

Política:  "Conservadurismo fragmentado"  El mayor capital cultural influye directamente en los valores políticos y sociales a los que adhiere este sector social. Por eso es que, argumentan los sociólogos, el ABC1 muestra ser un segmento menos conservador de lo que se piensa. En las cifras, apoyan más a la democracia como forma de gobierno (63%) que el resto de la RM (49,4%), y se inclinan más por un gobierno autoritario "en algunas circunstancias" (24,7%) que el resto de la capital (16,7%).

"Superficialmente se podría decir que apoyan más a la democracia, pero ello está mediado por el capital cultural y cívico que tienen", explica Méndez. Y respaldan valores más vinculados con el progresismo que los demás estratos sociales. Por ejemplo, que la "globalización es una oportunidad" (79,4% de apoyo, versus un 53,9% del resto de la región); "la presencia de inmigrantes contribuye al enriquecimiento cultural de Chile" (55,5% vs. 39%). Y manifiestan un amplio rechazo a la pena de muerte.

Gayo asegura que "en términos ideológicos, hay un conservadurismo fragmentado, y hay ciertos grados de apertura, por ejemplo a la inmigración. Pero es muy general. ¿A qué hay apertura: a un español, a un peruano, boliviano? Puede ser también por mercado laboral, porque la nana puede ser de estos países y esa mano de obra es más barata".
 
90% piensa en la "seguridad" para elegir el barrio. Fuente: Fondecyt1140136

Un grupo "frenético" porque sus hijos vivan en sus mismas condiciones y sepan cómo actuar en un entorno de alto nivel. Así es el segmento ABC1 de la Región Metropolitana, según concluyó la investigación "Clase media alta en Chile hoy: Sobre las viejas y nuevas barreras, prácticas y costos de la reproducción de la posición de clase", realizada por dos académicos de la Universidad Diego Portales, María Luisa Méndez, directora de la escuela de Sociología, y el profesor español Modesto Gayo.

A partir de los resultados que arrojó la encuesta, los investigadores proyectaron el segmento de aquí a 20 años, ejercicio en el que plantearon cambios demográficos y geográficos para el grupo más rico de Chile y que a nivel nacional representa el 16% de la población, según el último estudio de la Asociación de Investigadores de Mercado (ver recuadro). Para la investigación fueron entrevistadas 400 personas ABC1 y se tomaron en cuenta grupos familiares que declararon tener una renta total mayor a $5 millones, cuyo domicilio estuviera en las comunas de Vitacura, Las Condes, Ñuñoa, Lo Barnechea, Providencia y La Reina. Asimismo, fueron entrevistadas 800 personas del resto de la capital. Los resultados indican que para este segmento, el barrio donde se vive es clave, aunque su elección muchas veces se supedita al colegio en que matricularán a sus hijos. Ambos elementos —barrio y educación— son fundamentales al proyectar al ABC1 en 20 años más.

Regreso a Ñuñoa y Providencia. Según proyecta María Luisa Méndez, "dada la demografía chilena, con una población que crece poco, la expansión hacia el sector alto de la ciudad en algún momento se va a frenar y va a haber un intento de retorno hacia el centro, Providencia, Ñuñoa". La socióloga también cree que "frente a la competencia por posiciones limitadas en el sector alto" y el modelo económico del país, "va a haber mucha más competencia por estar en ese lugar".

Padres activistas. Los investigadores concluyen que los padres ABC1 están en una "actividad frenética" por proveer a sus hijos de todas las herramientas que los ayuden a desenvolverse en ese entorno social, lo que a la larga está creando barreras de entrada a este segmento para cualquiera que pretenda entrar pero que no esté invirtiendo el mismo tiempo o dinero en sus hijos. Este punto lo deducen tanto de las razones por las cuales estas familias escogen el colegio como por la altísima participación que tienen en actividades escolares y culturales de sus hijos. "Seguridad", "orden y disciplina", "prestigio del colegio" y "opinión de los amigos" rozan el 90% de las menciones al consultarles por los motivos que pesaron a la hora de elegir el establecimiento educacional. Mientras que para el común de los capitalinos importan la "seguridad" y la "cercanía con la casa" (ambas con 80%), seguidos de "orden y disciplina".

El ABC1, explican ambos sociólogos, espera muchas más cosas de la educación. "A este segmento le importan razones que no están, para el resto, directamente relacionadas con el éxito educacional en el sentido de empleabilidad, sino que están relacionadas con la preparación de este individuo para el trato con otro, para desenvolverse en su entorno", explica Méndez. En cuanto a las actividades escolares y culturales, la encuesta arroja que las familias del estrato ABC1 tienen una altísima participación, mucho mayor que el resto de Santiago. Por ejemplo, si un 88% del ABC1 dice leer libros con sus hijos, en los demás sectores ello llega a 71,9%. La misma correlación se muestra en "ir al cine" (93,8% versus 70,5%) o "ir a museos, librerías o galerías de arte" (86% versus 56,5%).

En cuanto a actividades del colegio, un 84% dice ir a las reuniones de apoderados (igual que en el resto de la RM), pero nuevamente aparece una mayor participación en otras acciones: un 86,6% afirma concurrir a "actividades de ocio y/o deportivas" con sus hijos (74% en otros sectores); a "charlas sobre roles de padres/madres" (80,6% vs. 57%) y a "viajes de curso" (79,3% vs. 63%). Esta inversión de tiempo y dinero de los padres ABC1 en sus hijos tiene consecuencias de más largo plazo. Según Gayo y Méndez, ese esfuerzo acumulado produce una diferencia notoria respecto del resto de la Región Metropolitana, creando barreras para el ingreso al sector medio-alto y una frustración de las expectativas de los otros segmentos de lograr ingresar a este tramo.

Hijos más ricos. En un contexto de fuerte optimismo sobre el futuro nivel social de sus descendientes, se consultó a los encuestados por el nivel de riqueza que tendrán sus hijos en el futuro, en una escala que va de 1 (muy pobre) a 10 (muy rico). Quienes pertenecen al sector ABC1 los ubicaron entre el 7 y el 9, mientras el resto de los capitalinos lo hicieron entre el 6 y el 8.
"Con este optimismo creciente y teniendo en cuenta el mayor activismo que hay en los grupos más altos, va a ser muy difícil disputar posiciones del ABC1, porque este sector está haciendo una mayor inversión. Los sistemas ofrecen oportunidades limitadas y si a ello se agrega una economía ralentizada, eso les va a poner las cosas muy difíciles a los sectores C2 y C3. Se están generando barreras de entrada por este activismo", analiza Gayo.

El investigador español le asigna un valor "determinante" al escenario económico en el futuro del ABC1. Deduce que de confirmarse los malos pronósticos para la economía, una parte va a moverse hacia abajo. "Va a empezar a haber un sector considerable que a pesar de todo el esfuerzo de los padres, no le va a ir bien, y ese va a ser un núcleo considerable e insatisfecho adherido al ABC1 por su historia, pero más abajo". El sociólogo afirma que estas personas formarán un "núcleo de culturas alternativas" y que "seguramente van a colonizar algunos barrios", un espacio "que no es de fracaso, sino de formación cultural y social". En tanto, Méndez sostiene: "No creo que haya movilidad descendente de ese grupo para que haya movilidad ascendente del otro grupo".

El barrio: Dime dónde vives y te diré quién eres

"Evidentemente, uno de los elementos fundamentales para constituir tu identidad de clase, en este caso, es el lugar donde vives. Es un marcador social que te distingue del resto de la población", dice María Luisa Méndez. Uno de los datos que arroja la encuesta es la prioridad que el ABC1 da a la elección del barrio para vivir, incluso mayor a la del colegio al que enviarán a sus hijos. Si en la RM sólo 39,1% escoge primero el barrio, en comunas como Las Condes este número sube a 61,7% y, en Lo Barnechea, a 73,3%.  Modesto Gayo es claro: "El principio de querer estar con personas como ellos o mejor que ellos en términos económicos es transversal a la estructura social. La diferencia es que el ABC1 puede decidir dónde vivir, los otros no".

Los sectores más acomodados tienen, además, mayores expectativas en torno al lugar en que viven. Al preguntar por las razones que pesan al elegir, lo hacen con mucha más intensidad que el resto de la capital. Así, por ejemplo, la seguridad (90%), áreas verdes (80%) y que sea un área de prestigio (70%) son las más indicadas, mientras estos aspectos concitan poco más de un 50% de respaldo en los demás sectores capitalinos. Esto tiene consecuencias en la política municipal, "porque son sectores que pueden moverse. Si yo me molesto con el barrio, me muevo a otro", agrega Gayo, o bien se movilizan por cambiar a las autoridades o determinadas decisiones municipales.

Ejemplo de ello, afirman, es el fenómeno de Rodolfo Terrazas (lideró en 2009 movimiento "Salvemos Vitacura" para impedir edificios de altura), el plebiscito de La Reina (por el plano regulador) o la pelea por las zonas típicas de Providencia ante la construcción de edificios. "Es tan relevante el aspecto residencial en la conformación identitaria no sólo respecto de quién soy, sino de quién puedo ser, que están dispuestos a movilizarse en torno a este ámbito para lograr sus expectativas", dice Méndez.

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