Tras leer las declaraciones al sacerdote, publicada este domingo por El Mercurio, Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP), califica como “violenta” la visión del ex rector de la Universidad Alberto Hurtado, quien dijo que al país no le hace bien el “ensañamiento” con personas que por su estado se salud ya no representan ningún peligro y que aboga por beneficios humanitarios para presos de Punta Peuco. “También dijeron que Pinochet estaba senil y no lo estaba”, dice.
¿Cómo recibieron la noticia de este nuevo decreto de Gendarmería?
A nosotros nos preocupó mucho porque nos pilló de sorpresa y la verdad es que esa es la actitud que tiene el Gobierno: no informarnos, no citar. Y cuando veo la opinión de Carmen Hertz, que tomo muy en serio como familiar y abogada con conocimiento de la causa, veo que se da algo como un indulto velado. Eso llevó a que nuestros abogados, el equipo honoris causa que tenemos en defensa de nuestras querellas, recogiera opiniones porque nos preocupaba mucho lo que pasaba. Leímos el decreto. Es medio engorroso. Como decía un abogado parece que hay una buena inteción, pero en algunos aspectos está mal redactado.
¿Pidieron que se les explicara?
Nosotros pedimos una entrevista con la ministra de Justicia y se excusaron porque estaba de vocera. Por intermedio de un abogado pudimos hablar con el jefe jurídico que había trabajado este decreto y fuimos para que nos explicaran. Lo que expusieron es que esto genera más condiciones para que sea menos posible que accedan a beneficios carcelarios. Poniéndose en el caso de que todos tienen derecho a beneficios, pero nosotros insistimos de que ellos ya han sido beneficiados.
¿En qué sentido?
Por ejemplo, con esta ley de compensada o de tocar el hombro, del ministro Dolmestch. Que aquel que entregaba información las penas se le rebajaban. Pero lamentablemente las penas se bajan tanto que termina en libertad. Está condenado y termina en libertad. Y estamos hablando de crímenes de lesa humanidad. Entonces, en ese sentido, algunas cosas las entendimos y no las hayamos tan malas.
¿Qué cosas?
Como de ahora en adelante el alcaide no tendría ninguna injerencia de recomendar o dar certificado parra la buena conducta. Y entre ellos lo que más planteaban era sobre el arrepentimiento eficaz, que jamás han tenido arrepentimiento. Ni los que están adentro ni los que han sido procesados. Porque tú has visto que algunos dicen las barbaridades más grandes. También, en términos de que hayan cooperado en las causas. Pero en lo global todos los que aportaron en las causas no fue voluntario, fue porque se encontraron con jueces como Sergio Muñoz, Juica y otros que fueron severos hasta que encontraron la verdad. Y también hubo otros mano blanda que aplicaron estas penas remitidas, como el señor Dolmestch, que ahora es presidente de la Corte Suprema. Que incluso cuando tuvimos reunión con él le dijimos que nos alegrábamos de que no estuviera más en la sala penal.
¿Eso le dijo?
Sí. Y él me dijo que después le íbamos a agradecer porque de no ser por eso no habrían tantos condenados. Yo le dije que qué condenados sino tienen ninguna sanción moral. En mi caso, en el asesinato de mi compañero Felipe Rivera, está Álvaro Corbalán condenado y otros, pero todos los demás con pena remitida están durmiendo muy tranquilos en su casa cuando asaltaron otras casas, entraron a la fuerza, secuestraron, se llevaron a las personas, los torturaron, asesinaron y dejaron botados. ¿Cómo todos estos delitos pueden tener una pena remitida? Entonces, lo que nosotros vimos en este decreto de beneficios carcelarios pensamos que algo hay también porque aquí ningún gobierno en lo que se trata de violaciones a los derechos humanos cometidos por la dictadura cívico-militar, nada ha sido gratis. Siempre que avanzan algo le dan algo a los otros. Y todavía tenemos dudas sobre este decreto.
¿Sigue la duda de si es que ellos colaboran podrían tener un beneficio?
Es que ellos no se van a arrepentir. Porque como decía el cura Montes, que me parece insolente, porque nosotros jamás, los familiares y los sobrevivientes de torturas, hemos deshumanizado a estos victimarios. Nunca les hemos dicho que son humanoides o que no son humanos, jamás. Nunca los hemos perseguido, porque sabemos de muchos donde viven. Pero jamás haríamos lo que ellos hicieron con nosotros. Además, qué culpa tienen los hijos o las mujeres, a menos que haya sido cómplice. Entonces, él habla sobre algo que no es. Habla de una supuesta preocupación del alma del sufrimiento de estos hombres que no lo mostraron con los prisioneros políticos en dictadura. A mi hermano lo detienen un seis de agosto y menos de un mes después asesinan a mi compañero. Y nunca escuché que un señor Montes u otro se preocupara de estas familias. Entonces ellos van, como lo hacía Pretch, a Punta Peuco, los ven, saludan, les tienen pena, pero no se pone en el caso de que ellos están hoy viejos condenados porque han vivido en la impunidad más de cuarenta años. 38 años, 36 años. Gozaron de esa impunidad y ahora sólo están siendo condenados porque la agrupación de familiares o la vicaría en su minuto, presentaron querellas. Y hubo felizmente unos jueces que fueron tan persistentes y llegaron a ellos. Pero ellos vivieron de eso, con toda la protección que les da el Ejército.
¿Qué debería decir Montes entonces?
Debería ser mucho más amplio para ver y no mostrarnos hoy día como si nosotros estuviéramos siendo los victimarios ‘porque estos pobres hombres están seniles’, ‘porque estos pobres hombres están ahí’. Esos pobres hombres exterminaron no a dos personas, ni a dos, ni a tres. Hay otros que los mataron por haber pensado diferente y nosotros jamás hemos estado de acuerdo con la pena de muerte. Acá hay un código, una justicia que se aplica según la gravedad del delito. Pero aquí la aplican sólo para los delitos comunes, pero con estos crímenes que son peores que los delitos comunes no la aplican. Entonces de qué piedad está hablando. Si dijeron que Pinochet estaba senil y no lo estaba. Arellano Stark, responsable de la Caravana de la Muerte, con decenas de chilenos asesinados, ahora está tranquilamente en su casa porque supuestamente tiene demencia senil. ¿Y qué pasa con los familiares que están muriendo de cáncer por la tragedia de no saber dónde están sus familiares?
Hay un reclamo desproporcionado. Oye, si cualquier ladrón se lleva cinco años preso. Entonces, ¿de qué humanidad está hablando el señor Montes? Estos pobres hombres fueron las fieras más feroces. Se convirtieron en hienas contra otros chilenos y chilenas. Y nosotros hemos sido pacientes, hemos sido humanos, porque les quitaríamos responsabilidad si los dehumanizamos. Ellos son personas, son humanos. Y sabemos que detrás de ellos hay familias. Y jamás nos hemos puesto a pensar en cómo hacerle mal a esas familias. Cuando él usa esas palabras de no quedarnos pegados al pasado o no estar mirando casi en el pasado, él es religioso y por miles de años dedican días a la muerte de Jesucristo. Yo soy atea, pero jamás me atrevería a criticar a un católico ni le diría que está pegado en el pasado.
Ustedes siempre han buscado verdad y justicia. ¿Con respecto a este decreto, algunas familias podrían preferir la verdad y dejar la justicia de lado?
Mira, ningun familiar podría criticar a otro por lo que quiera hacer. Es su derecho y su privilegio. Porque si ellos están decididos a eso, dejar la justicia de lado para saber la verdad, están en su derecho. Además, no están pidiendo que nosotros hagamos eso. Por lo tanto, respetamos sagradamente eso. Peor cuando hay querella el proceso sigue. Nosotros hablamos de de impunidad biológica.
¿A qué se refieres con eso?
Es cuando le reclamamos al Gobierno la falta de voluntad política. Nosotros decimos eso porque es terrible que hoy se están muriendo los familiares, los testigos y los victimarios. Y cuando hablamos de voluntad política, decimos que hayan puesto más jueces con dedicación exclusiva. Que la brigada de Derechos Humanos le hubieran entregado más elementos, más infraestructura, que es la que necesita para investigar las querellas. Leía el otro día que el gobierno no ha propuesto ministros para la Corte Suprema hace un tiempo. Eso significa que hoy en la Corte de San Miguel, donde teníamos tres jueces con causas de violaciones de Derechos Humanos, ahora tenemos sólo una, que es felizmente la ministra Marianela Cifuentes. En términos de Santiago, solamente el ministro Mario Carroza está llevando las causas. Los ministros Llanos o Madrid están llevando las que se están cerrando. Hoy la brigada de Derechos Humanos está llevando también delitos comunes. Eso es inaceptable, porque es distinto. Esa es la impunidad biológica a la que han aportado los gobiernos que no han puesto todo lo que tienen que poner en tema de derechos humanos. Además en el programa de la Nueva Mayoría dice que el Gobierno iba a buscar más ministros con dedicación exclusiva y a dos años tenemos menos. Eso es inaceptable.
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