¡TODOS SANTOS EN BOLIVIA, ÚNICO EN EL MUNDO!
El 1 de noviembre al mediodía los ajayus (almas) regresan de sus montañas para convivir durante 24 horas con sus familiares y amigos, que les reciben preparando y recordándolos en cada hogar con un altar o “mesa” también llamada apxata que es adornada con flores, velas, cañas, frutas, bebidas y dulces, además de otros alimentos. Los ajayus que nos visitan suelen manifestarse de diferentes maneras con sonidos, golpes, en la fuerza del viento. Otra forma de manifestarse es por medio de los sueños, anunciando que la visita ha comenzado. Pueden quedarse incluso hasta la época de carnavales, dependiendo del trato que reciban, según las tradiciones aymaras. (TOMADO de Gina Quiroga, Facebook)
El armado de los altares de los difuntos o mesas, es todo un ritual y cada uno de los elementos que las componen tienen un importante significado en la festividad de Todos Santos en Bolivia. Algunos antropólogos consideran que el altar representa la montaña de los achachilas (sabios ancianos), de donde llegan los ajayus. Entonces el mantel de la mesa puede tener diferentes colores: blanco si el difunto es un niño o negro si el fallecido es una persona mayor. Otras familias suelen usar el aguayo colorido si el difunto es mujer. Es importante delimitar el espacio donde se recibirá y se tendrá el reencuentro, por eso se suele usar cuatro cañas largas de azúcar que adornan cada una de las esquinas de la mesa, otros creen que éstas cañas se las colocan dobladas porque sirven como “bastones” para que los ajayus se apoyen y alivien su cansancio en su largo retorno. En la parte central del altar se coloca la fotografía del ser querido, del difunto que retornará del Wiñay Marka junto a abundante comida, flores, alcohol y hojas de coca. Otros suelen incluir elementos católicos como cruces y rosarios. La tradición cuenta que “los ajayus vienen a comer la comida que más les gusta”, por eso la costumbre de colocar en las mesas los comidas y bebidas de preferencias del difunto.
La música tiene un papel fundamental en la despedida de los ajayus, al día siguiente del retorno de ellos se los despide con música y cantos en una celebración por su grata visita y para que se vayan alegres. Pero el primer día es más solemne y se suele evitar cualquier clase sonidos y ruidos en la espera atenta de alguna clase de manifestación durante su visita. En la mesa también se destacan las vistosas tantawawas panes con forma humana y un colorido rostro que es modelado en estuco y que representan al fallecido. Las familias también esperan a los ajayus de sus seres queridos con dulces bizcochuelos, kispiñas (galletitas de quinua), “maicillos” y un sinfín de “masitas” o dulces de diferentes formas como las cruces católicas, escaleras para “ayudar” a los ajayus en su camino de retorno y otros elementos ceremoniales con los que se adorna la mesa. El servirse los dulces biscochuelos también es una tradición que tiene el significado de endulzar la vida como un presagio de que vendrán días mejores pese a la pérdida de un familiar.
Las tantawawas también representan la pureza del difunto, antiguamente eran hechas de otros materiales, como muñecas. Se tiene el registro del descubrimiento de un keru o vaso ceremonial encontrado en la gran necrópolis tiwanacota de Cundisa en el lago Titicaca, con la representación antropomorfa de un rostro, posiblemente de quien fue enterrado en ese lugar. La escalera de pan que también forma parte del altar del difunto de acuerdo significa una ayuda para la ascensión del espíritu al cielo, y que tiene connotaciones católicas. Mientras que las cebollas en flor, “tuquru”, sirven para que el difunto lleve agua para su viaje. Los caballitos de pan, son como una distracción del ajayu, porque se suele decir que ellos tienen forma de niños. Además el caballo y la llama, son útiles para que el ajayu pueda transitar por los caminos más difíciles en el mundo de los espíritus. Las flores también tienen sus significados como las retamas en los floreros que sirven para ahuyentar a los espíritus enemigos, esta costumbre es muy usual, en los negocios, tiendas y hogares aunque sea durante otra época o en todo año siempre se pone retamas para combatir a las maldiciones o vibraciones negativas.
Un vaso de agua bendita para rociar la ropa del ser querido. Coca, cigarro, vino y refrescos, para que el espíritu se sienta satisfecho. La caña de azúcar o alma thuxru, para que sirva de bastón a las almas.
¡VIVA BOLIVIA, VIVA NUESTRA RICA CULTURA, RESPÉTALA, DIFÚNDELA Y NO DEJES QUE NADIE SE APROPIE DE ELLA, PORQUE ES NUESTRA IDENTIDAD BOLIVIANA!
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