Orgullosos de la lengua: 3 chilenos que cuidan nuestra forma de hablar. No es una característica del chileno enorgullecerse de su manera de hablar y siempre hemos combatido los modismos y características propias de nuestro dialecto. Revista Viernes de La Segunda entrevistó a varios personajes que afirman que nuestros idiomas aún tienen mucho que decir.
De izquierda a derecha, Jaime Cuyanao, Elisa Loncon y Darío Rojas.
¿POR QUÉ HABLAMOS TAN MAL LOS CHILENOS?
Darío Rojas (31), lingüista, doctor en Filología. Darío Rojas tiene un aro, usa barba y viste zapatillas. El prejuicio haría pensar que no se dedica a la lingüística, la ciencia que estudia el lenguaje, y menos que es doctor en Filología Hispánica, el estudio específico de la lengua española. El mismo prejuicio, según él, que tiene convencidos a los chilenos de que hablamos muy, pero muy mal. “Para nosotros el lenguaje es importante”, dice, haciéndose un tiempo entre sus clases en la Universidad de Chile y la Alberto Hurtado. “Lo sentimos parte de nuestra identidad, y una de las cosas que nos hace ser chilenos es hablar como hablamos”.
El principal problema, según Darío, es que desde el siglo XIX nos hemos ido convenciendo de que nuestro dialecto, a diferencia del de nuestros países vecinos, es pobre y malo. Que por no pronunciar las eses finales, por saltarnos las des, por nuestros modismos y conjugaciones particulares, somos el país que peor usa el idioma español. Para desmentir esta percepción, este lingüista publicó este año el libro ¿Por qué los chilenos hablamos como hablamos?, en el que repasa históricamente nuestra forma de comunicarnos, apelando además a valorar nuestra habla y potenciarla como rasgo de identidad. “La élite ilustrada chilena del XIX fue contra la corriente”, argumenta Rojas, “y trató de transformar nuestra manera de hablar por una parecida a la peninsular. No lo pudo hacer, pero consiguió difundir ideologías acerca del lenguaje, que son discursos que hoy la mayoría de los chilenos repetimos como loros.
Alfredo Matus, lingüista y presidente de la Academia Chilena de la Lengua:
“El problema no es que hablemos mal; es que el chileno es descuidado e indolente en materia lingüística. Le da lo mismo cómo hablemos, sólo le importa darse a entender (…) ¿Cómo nos vamos a sentir orgullosos con esa indolencia?”.
¿Cómo hablamos los chilenos? Hay un tópico como respuesta y es que hablamos mal. Pero por otro lado, hemos seguido hablando como hablábamos desde la época colonial. Ese divorcio que hay entre los discursos y la realidad del uso lingüístico hace que tengamos esta especie de esquizofrenia.
A pesar de que decimos que hablamos mal, hablamos así, y en el fondo nos gusta como hablamos, porque es lo que nos da identidad”. Entre sus clases universitarias y sus publicaciones, Darío Rojas también prepara la charla que dará mañana sábado en Valparaíso, como parte del Festival Puerto de Ideas. La actividad, justamente, se llama ¿Por qué hablamos tan mal los chilenos?, y fue la primera en agotar todas sus entradas. Alfredo Matus, lingüista y presidente de la Academia Chilena de la Lengua, también participará de esa conversación.
“El problema no es que hablemos mal –dice Matus–; es que el chileno es descuidado e indolente en materia lingüística. Le da lo mismo cómo hablemos, sólo le importa darse a entender. Está subyacente la idea de hablar como quieras mientras te entiendan. ¿Cómo nos vamos a sentir orgullosos con esa indolencia?”. Darío Rojas, a pesar de que la grabadora esté encendida, dice podís en vez de puedes, y tenís en vez de tienes. Y aunque podría hacerlo, no esconde ese registro tan universal como informal, que también define, incluso más que un partido de la Selección, nuestra identidad como chilenos. ¿Qué tiene que pasar para que se valide nuestro dialecto entre nosotros? ¿Tendrían que los lectores de noticias, por ejemplo, hablar como habla alguien en la calle?
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