Agrupación Cultural Tarapacá/ América Solidaria
EXTRAORDINARIA
AYUDA DE CUBA EN MATERIA
DE
SALUD AVERGÜENZA AL BLOQUEO DE EEUU
Pero, como la Organización
Mundial de la Salud ha insistido, lo que se necesita con mayor urgencia son
trabajadores de salud. La isla caribeña, con una población de sólo 11 millones
y un ingreso oficial de $ 6.000 per cápita (£ 3,824), respondió a esa llamada
antes de que se hiciera. Fue la primera en la línea de combate contra el Ébola
y ha enviado el mayor contingente de médicos y enfermeras – 256 ya están en el
campo, con otros 200 voluntarios en camino.Mientras el interés de los medios
occidentales se ha desvanecido con del disminución de la amenaza de la
infección mundial, cientos de trabajadores de los servicios de salud británicos
se han ofrecido como voluntarios para unirse a ellos. Los primeros 30 llegaron
a Sierra Leona la semana pasada, mientras que las tropas han estado
construyendo clínicas. Sin embargo, los médicos cubanos han estado sobre el
terreno desde octubre y están allí a largo plazo.
La necesidad no podría ser
mayor. Más de 6.000 personas ya han muerto. Tal vergüenza ha provocado la
operación cubana, que los políticos británicos y estadounidenses se han sentido
obligados a ofrecer felicitaciones. John Kerry describió la aportación del
Estado que los EE.UU. ha tratado de derrocar por medio siglo como
“impresionante”. El primer médico cubano en contraer Ébola ha sido tratado por
los médicos británicos y funcionarios estadounidenses prometieron “colaborar”
con Cuba en la lucha contra el Ébola.
Pero no es la primera vez que
Cuba ha proporcionado la mayor parte de la asistencia médica después de un
desastre humanitario. Hace cuatro años, después del devastador terremoto en la
empobrecida Haití, Cuba envió el mayor contingente médico y atendió al 40% de
las víctimas. A raíz del terremoto de Cachemira de 2005, Cuba envió a 2.400
trabajadores médicos a Pakistán y trató a más de un 70% de los afectados;
también dejaron 32 hospitales de campaña y donaron mil becas médicas.
Esa tradición de ayuda de
emergencia se remonta a los primeros años de la Revolución Cubana. Pero es sólo
parte de un internacionalismo global médico extraordinario y extenso. En la
actualidad hay 50 000 médicos y enfermeras cubanos que trabajan en 60 países en
desarrollo. Como dice el profesor canadiense John Kirk: “El internacionalismo
médico cubano ha salvado millones de vidas.” Pero esta solidaridad sin
precedentes apenas se ha registrado en los medios occidentales.
Los médicos cubanos han
realizado tres millones de operaciones oftalmológicas en 33 países,
principalmente en América Latina y el Caribe, en gran parte financiado por la
Venezuela revolucionaria. Así es como Mario Terán, el sargento boliviano que
mató a Che Guevara por orden de la CIA en 1967, recuperó su vista 40 años más
tarde en una operación hecha por los médicos cubanos y pagada por Venezuela, en
la Bolivia radical de Evo Morales. Si bien el apoyo de emergencia a menudo ha
sido financiado por la propia Cuba, los servicios médicos globales del país
suelen ser pagados por los gobiernos receptores y se han convertido, por mucho,
en la mayor rama de exportación de Cuba, vinculando los ideales revolucionarios
con el desarrollo económico.
Eso ha dependido a su vez del
papel central de la salud pública y la educación en Cuba, ya que La Habana ha
construido una industria biotecnológica de bajo costo junto con programas de
infraestructura y de alfabetización médicos en los países en desarrollo a los
que sirve – en lugar de sustraer médicos y enfermeras como en el modelo
occidental.
El internacionalismo está en
el ADN de Cuba. Como hija de Ernesto Guevara, Aleida, que trabajó como médico
en África, dice: “Somos afro-latinoamericanos y llevaremos nuestra solidaridad
a los niños de ese continente.” Pero lo que comenzó como un intento de extender
la Revolución cubana en los años 60 y se convirtió en la intervención militar
decisiva en apoyo de Angola contra el apartheid en los años 80, ahora se ha
transformado en el proyecto de solidaridad médica más ambicioso del mundo.
Su éxito ha dependido de la
marea progresiva que ha barrido América Latina durante la última década,
inspirada por el ejemplo de la Cuba socialista durante los años de las
dictaduras militares de derecha. Los gobiernos de izquierda y centro-izquierda
continúan siendo elegidos y reelegidos en toda la región, lo que permite Cuba
reinventarse como un faro de humanitarismo internacional.
Pero la isla sigue siendo asfixiada
por el embargo comercial de Estados Unidos que se mantenido un carácter vicioso
en lo económico y lo político durante más de medio siglo. Si Barack Obama
quiere hacer algo que valga la pena en sus últimos años como presidente podría
usar el papel de Cuba en la crisis del Ébola como una apertura para comenzar a
levantar ese bloqueo y tirar abajo la guerra de desestabilización de los EE.UU.
Ciertamente hay paja en el
viento. En lo que parecía una operación de avance para la administración, el
New York Times publicó seis editoriales en cinco semanas de octubre y noviembre
alabando el registro médico global de Cuba, exigiendo el fin del embargo,
atacando a los esfuerzos estadounidenses para inducir a los médicos cubanos a
desertar, y llamando a un intercambio negociado de prisioneros.
La campaña del periódico
publicó que la Asamblea General de la ONU votó por 23ª vez, con 188 votos a
favor y dos en contra (Estados Unidos e Israel), para exigir el levantamiento
del bloqueo de Estados Unidos, originalmente impuesto en represalia a la
nacionalización de empresas estadounidenses y ahora justificado por motivos de
derechos humanos – por un Estado aliado con algunos de los regímenes más
represivos del mundo.
El embargo sólo puede ser
desechado por el Congreso, siendo obstaculizado por los herederos de la
corrupta dictadura apoyada por Estados Unidos que derrocaron Fidel Castro y
Guevara. Pero el Presidente de los Estados Unidos tiene alcance ejecutivo para
aflojarlo sustancialmente y restaurar las relaciones diplomáticas.
Se podría
empezar por la liberación de los tres agentes cubanos de inteligencia restantes
de los “Cinco de Miami”, encarcelados hace 13 años por espiar a grupos
anticubanos relacionados con el terrorismo.
El momento obvio para que
Obama termine la campaña estadounidense de 50 años contra la independencia de
Cuba sería en la Cumbre de las Américas del próximo mes de abril – la cual los
gobiernos latinoamericanos habían amenazado con boicotear a menos que se
invitara a Cuba. La mayor contribución que pueden hacer quienes realmente se
preocupan por las libertades democráticas en Cuba es quitar a los EE.UU. de la
espalda del país.
Si de verdad el bloqueo fuera
desmantelado, no sólo sería una reivindicación del notable registro de justicia
social en Cuba y su solidaridad con otros países, respaldado por la creciente
confianza de una América Latina independiente. También sería de gran ayuda para
millones de personas alrededor del mundo que se beneficiarían de una Cuba sin
sanciones – y una demostración de lo que puede lograrse cuando se anteponen las
personas a las ganancias corporativas.
Tomado de “The Guardian”: “Cuba’s extraordinary global
medical record shames the US blockade”
No hay comentarios:
Publicar un comentario